Piedras que cambian de color
Uno de los fenómenos ópticos más interesantes que se ven en las piedras preciosas es el cambio de color. Esta característica se confunde a veces con pleocroísmo, donde una piedra muestra colores diferentes cuando se ve por diferentes ejes del cristal, como en Andalucita y iolita. El cambio de color verdadero, sin embargo, se muestra como una diferencia de color en toda la piedra cuando se ve en diferentes fuentes de luz.
Por lo general un color se ve en luz incandescente que es rica en longitudes de onda rojas, y otra en luz fluorescente o fuentes de luz naturales que son ricas en el extremo azul del espectro. La piedra más famosa de este tipo, y aquella con la que todas las demás son comparadas, es la Alejandrita (una variedad de crisoberilo que cambia de color). Los mejores ejemplares de las antiguas fuentes rusas, y virtualmente imposibles de obtener en el mercado actual, cambian de un color rojo rubí a un verde esmeralda con un cambio en la fuente de luz.
Las fuentes actuales de Alejandrita, variando su calidad de pobre a buena son: la India, Sri Lanka, Madagascar y América del Sur.
Bajo ciertas condiciones, cuando una piedra preciosa contiene un elemento que reacciona de forma muy selectiva y enérgicamente a longitudes de onda roja (como el cromo) se pueden producir diferentes colores debido a la riqueza de los rojos en la luz incandescente y a su escasez relativa en la luz del día o fuentes de luz fluorescente. Dependiendo de los otros elementos presentes, se pueden ver varias combinaciones de colores.
Las tres especies que cambian de color más vendidas son: zafiro, crisoberilo y granate. Muchas otras piedras preciosas pueden mostrar el efecto en mayor o menor grado, incluyendo: la diáspora, la turmalina, espinela, iolita, y berilo. Hay muchas fuentes alrededor del mundo, como Turquía, Brasil y varios países africanos.
Las piedras sintéticas que cambian de color han estado disponibles casi desde que las piedras sintéticas en si, fueron creadas. La primera de ellas fue el corindón sintético comercializado como “Alexandrina”, con la adición más reciente de una Alejandrita sintética.
Valor
La Alejandrita Rusa se encuentra en la cúspide de todas las piedras que cambian de color en términos de calidad y valor. La Alejandrita de otras fuentes tales como Brasil, India y Sri Lanka varía en precio dependiendo principalmente de la saturación de los colores y la fuerza del cambio.
Otras especies que cambian de color están disponibles a precios más modestos, aunque un zafiro fino puede alcanzar el mismo precio que una Alejandrita que no es rusa, y un granate con los mejores cambios de color puede costar algo menos. No se han establecido rangos de precios para la mayoría de las piedras encontradas como especímenes ya que son pocos y generalmente van a los coleccionistas.
Al igual que en todas las gemas, el tamaño, la claridad y el color afectan el valor, pero además en este grupo hay otros dos factores: la integridad de la variación del color y el atractivo/ saturación de cada color. Una piedra con un cambio de color modesto que presente dos colores atractivos y saturados puede ser tan o más valiosa que aquella cuyo cambio es más dramático, pero cuyos colores son gris o dorado
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